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20 años después, Francia vuelve a levantar el título de campeón mundial tras imponerse en la final por 4-2 a Croacia resumen.




20 años después, Francia vuelve a levantar el título de campeón mundial tras imponerse en la final por 4-2 a una selección de Croacia muy combativa.


Francia se proclamó campeona del Mundo en Rusia después de vencer 4-2 a Croacia en una de las mejores finales de la Copa del Mundo que se recuerdan, en la que hubo goles, polémica arbitral, remontadas… y mucho fútbol.

Y eso que los croatas controlaron el balón desde el inicio y generaron ocasiones. Pero fue en una falta a balón parado cuando llegó el primer tanto. Mandzukic cabeceó mal un balón que se introdujo en la meta de Subasic.




Los croatas iban a golpear minutos después, con un Ivan Perisic que se iba a sacar de la chistera una gran jugada. El del Inter de Milán aprovechaba un balón suelto para conectar un disparo a la raíz del poste derecho de la meta de Hugo Llorís, que no pudo hacer nada.





Pero si pedíamos emoción a la final, apareció el VAR. El propio Perisic fue el protagonista de una mano en el área que tuvo que ser revisada por el árbitro de vídeo. Néstor Pitana fue claro: penalti para Francia. Griezmann no perdonó desde los once metros y colocó el 2-1.




¡De héroe a villano! ¡Iván Perisic cometió esta mano dentro del área que el árbitro señaló gracias al VAR!





Después del descanso comienza el segundo tiempo. Y fue Paul Pogba quien acercó la Copa del Mundo a la selección francesa. Un tanto del jugador del Manchester United puso de cara al final para la selección francesa. Le iba a complementar un Mbappé que con un zapatazo puso el 4-1.

Kylian Mbappé se convierte en el JUGADOR MÁS JOVEN de la historia en anotar en una FINAL del MUNDIAL desde Pelé en 1958.













Parecía que Francia tenía encarrilada la final, pero en una jugada que recordó a la de Sven Ulreich en las semifinales de Liga de Campeones ante el Real Madrid, Hugo Lloris permitió que Mario Mandzukic sumara el 4-2 en el marcador.




Pese a la voluntad balcánica, apenas hubo cambios en el marcador y Francia se volvió a proclamar campeona del mundo 20 años después. Como diría Ernest Hemingway, París es (hoy más que nunca) una fiesta.