Problemas de corazón.
La música parece contribuir a la buena salud
cardiovascular. De acuerdo a los especialistas, escuchar música agradable es
recomendable para personas que han sufrido de ataques cardíacos, ya que les
ayuda a relajarse y disminuir la presión sanguínea, mejorando la buena
circulación.
Mal desempeño en los deportes.
Según un estudio de la universidad de Brunel,
Inglaterra, el rendimiento deportivo mejora un 20% si el entrenamiento se
realiza escuchando música. Los resultados también dependen del tipo de música y
el deporte que se practica: si es necesario dominar los nervios y mejorar la
concentración antes de competir, la música relajante será más adecuada que algo
más pesado y rápido, más apropiado para deportes de gran esfuerzo físico y
velocidad.
Problemas de conducta en
adolescentes.
Aparentemente, el mensaje de las canciones puede
influir en la actitud de los jóvenes. En un experimento realizado por la
universidad de Sussex, se concluyó que los jóvenes expuestos a canciones con
letras de mayor carga social positiva, se mostraban más colaborativos y eficaces a la hora de ayudar a otros a
resolver problemas.
Lectoescritura.
Estudios comparativos realizados por la Universidad
de Long Island a dos grupos de estudiantes a lo largo de un año determinaron
que aquel al que se le enseñó notación musical obtuvo mejores resultados en las
pruebas de lectura y escritura que el grupo de estudiantes que no fueron
instruidos en música.