Dormir bien es esencial para la vida y
para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, y la falta de sueño puede tener graves
consecuencias.
El récord documentado científicamente del ser
humano que más tiempo ha aguantado despierto lo ostenta el estadounidense
Randy Gardner permaneció despierto durante 264 horas, que suman un total de
once días.
Esto es lo
que ocurre en tu cerebro cuando no duermes lo suficiente.
Los adultos necesitamos dormir entre siete y ocho horas cada
noche, mientras que en el caso de los niños y adolescentes son 10
horas. Cuando el organismo necesita descansar, el cuerpo envía señales al
cerebro de que estamos cansados, y la oscuridad de la caída de la noche propicia
el aumento de los niveles de los productos químicos que inducen al sueño, como
la adenosina y la melatonina. Tanto el ritmo cardíaco como la respiración se
ralentizan y los músculos se relajan, haciendo que nos durmamos.
Las personas que padecen insomnio pueden sufrir
desequilibrios hormonales, diversas enfermedades e incluso morir en casos
extremos.
Y es
que no dormir el tiempo necesario puede provocar graves daños. A nivel
cerebral, el aprendizaje, la memoria, el estado de ánimo y el tiempo de
reacción se ven afectados. A nivel corporal se puede producir inflamación,
aumento de la presión arterial, obesidad y diabetes. Además, los estudios
sugieren que dormir menos de seis horas cada noche aumenta 4,5 veces el
riesgo de accidente cerebro vascular.