Muchos dan por hecho que la Tierra no puede sorprender, que lo saben todo sobre ella, y por eso suelen poner sus ojos en la exploración espacial y en los descubrimientos que se realizan sobre otros planetas, estrellas o astros en sentido amplio.
Sin embargo, esa afirmación no es rotunda, nuestro planeta azul tiene muchos “secretos escondidos” que son capaces incluso de derrumbar ideas fijas que teníamos como verdades absolutas sobre él.
Por ello hemos querido hacer este artículo especial, en el que os invitamos a descubrir con nosotros diez hechos sorprendentes sobre la Tierra que cambiarán sin duda vuestra forma de ver nuestra querida “canica azul”.
1- La Tierra no es redonda
Desde pequeños nos han dicho que nuestro planeta es redondo y tendemos a idealizarlo como una forma esférica casi perfecta, debido sobre todo a la imagen que nos muestran en documentales y libros de texto, pero la realidad es diferente.
Como podemos ver en esta imagen basada en los datos capturados por el satélite GOCE la Tierra tiene una forma claramente irregular, ¿pero por qué? La forma de nuestro planeta es el resultado de un cúmulo de cosas, que van desde su propia composición interna hasta la gravedad y el peso de los océanos, además de su rotación y la atracción de la Luna.
Una forma sorprendente y muy alejada de la idea de “redondez” tradicional que todavía hoy se mantiene.
2- El día no tiene 24 horas
Se dice que un día es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa sobre su eje, y desde siempre hemos considerado que dicho periodo equivale a 24 horas, unidad de tiempo que utilizamos desde épocas muy antiguas.
Si hablamos en sentido estricto, bajo el supuesto arriba expuesto, un día terrestre tiene realmente 23 horas 56 minutos y 4 segundos, periodo de tiempo que se asocia a lo que se conoce como “día sideral”.
En base a esto podemos distinguir dos tipos de días, el día solar, que tiene ese total de 24 horas, y el día sideral, que como dijimos tiene casi cuatro minutos menos.
3- La atmósfera nos protege de los meteoritos
Sin la atmósfera no podría haber vida en la Tierra, al menos no en las formas complejas que conocemos y que habitan actualmente en dicho planeta, ya que la misma nos protege de la radiación solar y retiene el oxígeno que tanto necesitamos para vivir.
Pero nuestro “guardián gaseoso” es mucho más, ya que también actúa como capa de protección que frena a diario unas cien toneladas de meteoritos y polvo que llegan del espacio, los cuales acaban descomponiéndose por el calor generado con la fricción producida al intentar atravesarla.
¿Sorprendidos? Pues os dejamos otro dato, el meteorito más grande que logró superar la atmósfera llegó tan deteriorado y a una velocidad tan reducida que no dejó ni siquiera un cráter. Sí, hablamos del Hoba, conservado en Namibia.
4- El 97% del agua de la Tierra es salada
El agua es un elemento dominante en la Tierra y también un recurso vital para el sostenimiento de la vida, pero el porcentaje de agua salada y agua dulce es muy dispar, tanto que la segunda es sin duda una minoría.
Con ese dato sacamos en claro que por naturaleza sólo el 3% del agua de la Tierra es dulce, y esa es precisamente la que consumimos la mayoría de los seres vivos, incluidos los humanos, así que no es extraño que hayamos tenido que recurrir a medios artificiales para conservar e incrementar la disponibilidad de dicho recurso.
En este sentido las desmoralizadoras han jugado sin duda un papel muy importante, al igual que las plantas purificadoras.
5- Ha sido el hogar de 106 mil millones de personas
Nuestro planeta tiene una larga historia, pero como hogar de formas de vida complejas la misma es mucho más corta, lo que permite realizar estimaciones tan interesantes como ésta.
En total los datos oficiales indican que hasta hoy la Tierra ha albergado a 106 mil millones de personas. Como sabemos la población humana ha ido creciendo enormemente en apenas unos siglos y se espera que en 2050 se lleguen a superar los 9.000 millones de habitantes, pero no siempre ha sido tan enorme, ya que por ejemplo en 1800 fue cuando alcanzó por primera vez los mil millones.
Todos estos datos deben ser tenidos en cuenta para que se puedan entender y valorar mejor de forma global.
6- Los continentes se mueven dos centímetros al año
La Tierra se mueve, aunque no nos demos cuenta, eso lo sabemos, pero no sólo se mueve en su particular “andadura” en el espacio, sino que también se mueve por dentro, y de formas muy diversas.
Una de las consecuencias de esos movimientos internos es que los continentes se desplazan una media de dos centímetros al año, cifra que considerada de forma aislada puede parecer poca cosa, pero que acumulada en varios siglos adquiere otra dimensión más importante y también complicada de ver.
7- La Tierra tiene su propia “puerta al infierno”
Más allá de mitos y leyendas derivados de las diferentes creencias religiosas nuestro planeta tiene una “auténtica” puerta al infierno.
Como habrá adelantado alguno de nuestros lectores hablamos del pozo de Darvaza, un enorme cráter situado en Turkmenistán que fue el resultado de un intento fallido de cerrar una zona derrumbada creada originalmente por los soviéticos para la prospección de gas.
Para evitar el escape de gases se decidió incendiar el agujero pensando que no duraría mucho, pero la realidad fue muy distinta y hoy, cuarenta años después, se ha convertido en una espectacular “puerta al infierno”.
8- El agujero de la capa de ozono se está reduciendo
La capacidad re-generativa de nuestro planeta es impresionante, ya que a pesar de todo el “castigo” que le hemos ido dando ha conseguido recuperarse bastante bien en la mayoría de los casos, y la capa de ozono es uno de los mejores ejemplos.
Entendemos por agujero de la capa de ozono aquellas zonas donde hay una baja concentración de moléculas de ozono. Inicialmente se detectó que este problema tenía una mayor incidencia en la Antártida, pero poco a poco se ha ido recuperando.
Un elemento vital para nosotros, ya que el ozono frena la entrada en la Tierra de la mayor parte de la radiación ultravioleta, absolutamente perjudicial para la vida.
9- Más de 8 millones de relámpagos al día
¿Te dan miedo los relámpagos? Pues son muy habituales en la Tierra, tanto que según fuentes oficiales al día se producen unos 8,6 millones de relámpagos, una cifra impresionante que nos permite ver lo “viva” que está nuestra atmósfera.
Decimos esto porque los mismos se producen en las nubes, desde donde descienden mostrando esa forma ramificada tan impresionante.
10- La Antártida tiene más hielo que agua hay en el Atlántico
Puede que este dato así en solitario no impresione, pero si te decimos que el Atlántico es el segundo océano más grande del mundo la cosa cambia, y mucho.
Este continente de hielo se sitúa en el Polo Sur y es un auténtico gigante helado, que tiene además el honor de ser el más elevado de todos los que existen actualmente en la Tierra.
También es, por desgracia, uno de los lugares más amenazados por el cambio climático.